Los algoritmos son un conjunto de pasos prescritos bien definidos que se desarrollan en forma de consecución, siempre los algoritmos deben tener un inicio y un final, si esta regla no se cumple, en si, el algoritmo imposible de realizarse. Durante la vida cotidiana se utilizan los algoritmos frecuentemente, no necesariamente como lo haría la lógica computacional; por ejemplo:
Algoritmo para Lavarse los dientes:
Levantar o sacar el cepillo de dientes.
Poner la cantidad necesaria de Crema Dental en el cepillo.
Llevarse el cepillo a la Boca.
Empezar a Cepillarse los dientes.
Los dientes de arriba se cepillan hacia abajo.
Los dientes de abajo se cepillan hacia arriba.
Las muelas en forma circular.
Escupir y lavarse la boca del exceso de crema y espuma.
Utilizar el hilo dental por cada diente.
Utilizar enjuague bucal.
En lógica computacional los algoritmos funcionan de una forma similar:
acá un pequeño ejemplo de un algoritmo básico:
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